Se dice que La Roja es una de las mejores selecciones de la historia o directamente la mejor. Al menos, los números la avalan.Pero más allá de regodearnos con las excelencias de un equipo marcado por la calidad y con jugadores irrepetibles, deberíamos preguntarnos a lo Mou: ¿Por qué?
Para nosotros está muy claro. Si se ha ganado de la forma que se ha ganado ha sido por la excelente labor que, desde hace años, se está llevando cabo en nuestro fútbol base. La compenetración entre Initesta (MPV) y Jordi Alba no es casualidad. Alba ha jugado en el Valencia, pero se formó en el Barcelona. La misma filosofía, la misma forma de entender el fútbol genera esta complicidad.
Nadie puede negar a estas alturas que España es un calco del Barça complementada por las características de jugadores de otros equipos. La magia de Silva, la fortaleza de Ramos o la serenidad de Xabi Alonso son elementos imprescindibles y decisivos, pero que se acoplan a un estilo diferente al que practican en sus clubs.
Pero no debemos confundirnos. No se trata de un homenaje al Barça y a sus valores, estos consiste en otra cosa más esencial: una victoria del fútbol base. No sólo por la calidad de los jugadores en si, sino por lo que representa trabajar desde la base un sistema de juego y unos valores diseñados para ganar y disfrutar.