Muy injusto sería decir que el Athletic es el campeón moral de la final de la Europa League sólo porqué a todos nos llegara hasta el corazón la desesperación de los Leones. El Atlético fue superior en casi todas las parcelas del juego y es justo vencedor. Otro tema es si ha sido una oportunidad perdida para el Athletic, probablemente uno de los clubs con más romanticismo del planeta.
Después de la gran final, los colchoneros sueñan con la continuidad de Falcao, pero sobretodo con la posibilidad que, bajo la batuta de Simeone, el concepto de «el Pupas» pase a mejor vida. La sonrisa del colombiano debe ser ahora la identidad ganadora del Atlético.
Por su parte el Athletic tiene ante si la posibilidad de superar el batacazo ganando la Copa del Rey ante un Barcelona que necesita el título más que nunca para poder despedir a su técnico más laureado, Pep Guardiola.
Independientemente de si el Athletic gana o no la final de Copa, con el plantel que tiene gracias a la tradicional y excelente gestión de su fútbol base, muy probablemente lo de ayer no será una oportunidad perdida o el tren que dejaron escapar. Todo apunta a que, después de las lágrimas, los leones volverán a rugir.